Alrededor de 650 ciclos se ofertan en dual intensiva
Al menos 238 centros educativos imparten alrededor de 650 Ciclos Formativos de Grado Medio (CFGM) en alternancia dual intensiva, una modalidad que permite a los estudiantes compaginar el aprendizaje en el centro con una estancia de prácticas remuneradas en la empresa.
Administración y gestión es la familia donde hay más ciclos que se pueden cursar con esta fórmula, seguida de Transporte y mantenimiento de vehículos, Comercio y márketing, Informática y comunicaciones, Electricidad y electrónica y Servicios socioculturales y a la comunidad. 125 ciudades catalanas ofrecen CFGM en esta modalidad.
En el mapa se pueden localizar los centros que imparten CFGM en dual intensiva y, en este enlace, se muestran todos los ciclos, incluidos los que se imparten en formato 2x3. También se puede consultar la Inserción laboral de estos estudios en las fichas de los ciclos.
¿Qué y dónde se puede cursar?
El ciclo con más oferta dual intensiva el curso 2025-2026 será Gestión administrativa, que se puede cursar en 86 centros. Le siguen Sistemas microinformáticos y redes, que se imparte en 56 centros; Actividades comerciales (47 centros), Atención a personas en situación de dependencia (46), Instalaciones eléctricas y automáticas (41), Electromecánica de vehículos automóviles (32) y Mantenimiento electromecánico, que se ofrece en 31 centros.
De las 125 ciudades donde se imparten ciclos en esta modalidad, en Barcelona hay una oferta de 91; en Tarragona, de 34; en Terrassa, de 22; en Badalona y Sabadell, de 18; en Manresa, de 17; en Girona y Tortosa se pueden cursar 15; en Mollerussa, Mollet del Vallès y Vic, 14, y en Mataró, Reus y Vilanova i la Geltrú, 13. Igualada ofrece 12 ciclos en dual; Granollers, Lleida y Sant Boi de Llobregat, 11, y Amposta, 10. En L'Hospitalet de Llobregat se ofertan 9 ciclos en esta modalidad y en Premià de Mar y Rubí, 8.
¿Qué es la FP dual intensiva?
El rasgo más relevante de la FP dual intensiva, un proyecto inspirado en el modelo alemán que han puesto en práctica otros países del entorno europeo, es que, a diferencia de la modalidad dual general, el alumno combina la formación que recibe en su centro educativo con un período de formación remunerado en una empresa, que se formaliza a través de un contrato laboral o de una beca.
El tiempo que el alumno pasa en la empresa computa como lectivo, de manera que forma parte del número de horas de las que consta el ciclo.
La idea es que las empresas puedan formar futuros profesionales a medida de sus necesidades, recuperando así la figura del aprendiz, y que los estudiantes, además de recibir una retribución mientras se forman en la empresa a cambio de su contribución productiva, acaben trabajando en ella.